
Deberían ocuparse de cosas más importantes que el maquillaje de la  Presidenta”, declaró hace unos días Cristina Kirchner, criticando la frivolidad  con que medios y opositores se dedican a analizar el modo en que se viste y se  peina la mujer más importante del país. Ella también debería hacerlo, podría  respondérsele, ya que el exceso al que es adicta en materia de make up (confesó  alguna vez que desde chica se “pintaba como una puerta”) requiere de más tiempo  del que dispone cualquier mujer que trabaja. Justamente ese exceso es lo que  permitió elevar a “cuestión de Estado” el simple detalle de estilo de una  personalidad pública. Porque cuando el make up es perfecto, según los  especialistas, apenas se nota. Pero la humana adicción de nuestra presidenta por  la máscara de pestañas no alcanza para interpretar por qué el maquillaje se ha  vuelto tan importante para todos. Otras razones pueden alegarse detrás de esta  nueva “obsesión nacional”.
Generación fashionista. Según una investigación  realizada por Research Internacional para L’Oreal, un promedio del 97 por ciento  de las mujeres usa algún producto de maquillaje. La cifra se eleva al 100 por  ciento en la edad que va entre los 15 a los 24 años. La simple observación de  adolescentes y preadolescentes permite concluir que hoy, a partir de los diez,  ya puede verse a las chicas con labios y ojos pintados cotidianamente (ver  recuadro). El espíritu fashionista que creció con el auge del diseño de modas,  en la última década, abarcó también al make up. El oficio de maquillador se  jerarquizó y se transformó en carrera y la matrícula de las escuelas de  formación trepó a cifras antes inimaginables. Las más jóvenes aprendieron a  observar e imitar y hoy se lookean mucho mejor que sus madres y abuelas.
Pero, actualmente, nadie puede alegar que se pinta mal porque no sabe cómo  hacerlo mejor. Los principales especialistas brindan clases de automaquillaje de  una o dos sesiones para aprender las reglas básicas de un buen look. Los  productos pueden probarse libremente en supermercados, farmacias y perfumerías  hasta dar con el adecuado para cada una. Marcas internacionales como Dior,  Givenchy, Guerlain, Mac, Estée Lauder, Lancôme y Helena Rubinstein fidelizan a  sus clientas con consejos expertos y atenciones por cada compra. La marca  Natura, incluso, tiene su propio centro donde brinda atención personalizada  (Uriarte 1554, en Palermo).
Tendencias. Uno de los grandes maquilladores  argentinos y maestro respetadísimo de las nuevas generaciones, Oscar Mulet, es  defensor del principio “menos es más”, una fórmula que rinde a la hora de lograr  un look elegante. “Este otoño se usan los morados, violáceos, lilas y azules,  pero que estén de moda no significa que a todas les queden bien. Hay mujeres  bellísimas que como no saben maquillarse, se afean”.
Adorado por modelos y  actrices, Mauricio Catarain sumó a su profesión de maquillador la de  representante. Famosas como Nicole Neumann, Juana Viale, Luciana Salazar o  Soledad Fandiño, sólo se dejan maquillar por él. Sobre las tendencias, Catarain  explica: “El look que está de moda es el de los ’80. Y el oriental con la onda  que impuso ‘Slumdog Millonaire’. Los ojos están muy delineados y el kohl es  tendencia. Pero siempre con moderación y con colores poco contrastantes”. Él es  el responsable del delineado grueso que le cambió la mirada a Juana Viale y  autor del look que distingue a Nicole Neumann (a la que aplica un toque de color  oscuro por encima de la boca para lograr un efecto felino). “Es bueno aprovechar  toda la sensualidad que puede brindar el maquillaje. Los labios semidesprolijos,  los brillos y el juego de texturas dan una imagen sexy”, concluye. El delineado  también es clave en el look de Natalia Oreiro, explica su maquillador, Sebastián  Estrada –que se ocupa también de los rostros de Carla Peterson y Cecilia Roth–.  “Natalia es tan linda, que todo le queda bien. Ahora sólo usa delineador líquido  con ‘colita’ como en los años sesenta y el resto, muy natural. Aunque también se  anima al verde, con los labios en colorado”, cuenta.
Secretos. No siempre las  mujeres son conscientes del poder rejuvenecedor de un buen maquillaje. La  tecnología actual permite crear bases que refractan la luz, se funden con la  piel y son tan livianas que el efecto es ultranatural. “La novedad, los polvos  minerales, son ideales para pieles arrugadas, porque tienen una textura sedosa  que casi no se siente. También las bases siliconadas que duran muchísimas horas  y se aplican con aerógrafo”, dice Mulet. “Preparar muy bien la piel, con cremas  humectantes adecuadas –las que desaparecen al aplicarlas y no dejan residuos–  permiten que las arrugas se noten mucho menos”, explica Catarain.
Muy poco  make up es otra de las claves de belleza cuando los años pasan. En cuanto a los  colores, “hay que tener en cuenta el tono del pelo, los ojos, la ropa y los  accesorios antes de aplicar las sombras”, dice Catarain.
¿Lo que no va más?  Las bocas brillantes, el look bronceado, las pestañas de muñeca, las bases  gruesas y las sombras contrastantes. Para las argentinas, el estilo que se  impone es sobrio y natural. Aunque lleve mucho tiempo producirlo y el resultado  casi no se note.
Copiado fielmente de la revista ..
Me pareció interesante el artículo.. por eso quería COMPARTIRLO CON UDS! y me atreví a copiarlo y postearlo ..
Qué les parece..?
Espero coments..
 
 
 
 
 
 
Hola CAri! muy interesanteee!
ResponderEliminarBesos!
Que lindo muy interesante, pero creo que las chicas se maquillan muuuuuuuuy mal! El menos es mas lo dejan es sus casas y se maquillan como puertas.
ResponderEliminarGracias por la nota, interesante de verdad.
Saludos
Agus =)