Nadie puede negar que:
Los ojos son el rasgo más expresivo del rostro. Ya las mujeres en el antiguo Egipto los delineaban con kohl, un polvo natural de sulfuro de antimonio que, además de embellecer, protegía los ojos de la luz del desierto, actuando también como colirio.
Hoy podemos encontrar una gran variedad de delineadores para definir, realzar o intensificar la mirada. Los hay en lápiz, en polvo o líquidos –al estilo de los que impuso Mary Quant–. Pero el secreto está en su elección y en una buena aplicación.
“Al elegir un delineador en lápiz debemos asegurarnos de que sea bien cremoso. Es importante probarlo en el punto de venta, para experimentar su textura. Un delineador muy duro puede llegar a lastimar o irritar el ojo. En el caso de los líquidos, hay que prestarle atención al pincel: cuanto más fina y dura sea la punta, mejor será el resultado a la hora del delineado”
El uso de cada delineador puede depender de la ocasión y el momento del día, ya que sus efectos son distintos. El delineador en lápiz o crayón permite un mayor control en la aplicación, con la opción de avanzar con más cuidado. Además, se puede difuminar, logrando un efecto smoky eyes. ¿Un dato curioso? “Debemos fijarlo con una sombra del mismo color, ya que al ser cremoso, si no se fija se puede correr o manchar. Para eso son ideales los pinceles chatos y con las cerdas al bies”.
El líquido, en cambio, logra un efecto más dramático y distintivo. Permite trazar líneas muy finas o gruesas, pero en cualquier caso da un delineado bien definido. Claro que su aplicación no es fácil: “Hay que tener mucho pulso, ya que si nos equivocamos no se puede corregir, y la línea debe ser trazada de un solo movimiento, fina desde el lagrimal y engrosándose hacia la punta”.
Puede utilizarse para el día –bien suave y fino sobre la línea de la pestaña–, pero resulta ideal para la noche, y nos permite lograr por ejemplo, el delineado con la colita, típico de los años ’40, súper vigente en esta temporada.
En cuanto al color, en general se recomienda no utilizar el negro de día, a mi me gusta igual de dia que de noche… todo depende de cuanto sea su intensidad, ya que endurece la mirada.
En cambio, podemos optar por tonos grises, amarronados y cobrizos, o de color, dependiendo del tono de nuestros ojos. Y como su función es definir y realzar la mirada, ¿qué mejor que utilizarlo como aliado para disimular defectos y resaltar las virtudes?
Tips!
Para los ojos chicos: un delineado desde la mitad hacia fuera, sin llegar al lagrimal, utilizando un lápiz claro –no blanco– por dentro para dar la sensación de apertura del ojo.
Para ojos con poco párpado: delineado muy fino sobre las pestañas.
Para ojos juntos: nunca comenzar desde el lagrimal, siempre desde la mitad hacia fuera, rasgándolo para prolongar la línea al final de los ojos.
Para ojos separados: comenzar desde el lagrimal finalizando en el punto donde termina el ojo.
Para ojos redondos: se recomienda hacer la colita con delineador líquido, que va a dar la sensación de un ojo más almendrado, y por debajo delinear por dentro, para perder redondez.
Para ojos almendrados: se puede realizar un delineado desde el lagrimal, abarcando en círculo todo el ojo.
Espero haber sido de utilidad en mis recomendaciones..
les mando un besote y saludo hasta el próximo post!
cg make up!"
Yfff yo ya soy adicta a maquillar algo el ojo, me veo rarísima sin ellos maquillados.
ResponderEliminarAunque suelo preferir el lapiz al delineador al menos por ahora, que todavia no le he cogido el punto a éste ^^ saludos